Maggie Greene:

Maggie Greene es la hija mayor de Hershel Greene y hermana de Beth y una de las sobrevivientes del apocalipsis zombie.

Maggie vivía con su padre y su hermana Beth en una granja apartada de la ciudad. Cuando Rick apareció en su puerta un día con un gravemente herido Carl en brazos, Maggie tuvo la misión de encontrar a Lori para contarle lo que estaba pasando. Mientras Carl se recuperaba en la granja, Maggie inició una relación con Glenn y pronto desarrolló profundos sentimientos hacia él.

Después de pasar el invierno sobreviviendo a la intemperie, el grupo encontró una prisión abandonada donde Maggie demostró ser una soldado habilidosa al ayudar a limpiar el patio de los caminantes que lo invadían. Maggie también estuvo presente cuando Lori entró en labor de parto durante un ataque de caminantes, y cuando el nacimiento se complicó, Lori le ordenó que la abriera para salvar a su bebé. Maggie así lo hizo, pero perdió a Lori en el proceso.

Mientras buscaban suministros, Maggie y Glenn fueron secuestrados por Merle y llevados hasta Woodbury. El Gobernador torturó psicológicamente a Maggie, forzándola a quitarse la camisa y amenazándola con matar Glenn si ella no cooperaba, hasta que finalmente ella se quebró y reveló la ubicación de su grupo. Maggie y Glenn fueron eventualmente rescatados, pero al regresar a la prisión, Maggie se encerró en sí misma mientras trataba de hacer frente al abuso del Gobernador. Para empeorar las cosas, Glenn la empujó a discutir el incidente en contra su voluntad, provocando un distanciamiento entre los dos. Con el tiempo, sin embargo, Glenn se disculpó por su comportamiento y poco después de reconciliarse, le propuso matrimonio en el patio de la prisión, a lo que Maggie aceptó con lágrimas en los ojos.

El matrimonio de Glenn y Maggie pronto fue puesto a prueba, primero cuando Glenn contrajo una mortal enfermedad - que Maggie era incapaz de tratar - e inmediatamente después del ataque del Gobernador a la prisión, cuando los supervivientes quedaron dispersados y ella se encontró separada de su marido. En el camino con Bob y Sasha, Maggie buscó tenazmente a Glenn, negándose a aceptar el hecho de que él podría haber muerto. Mientras avanzaban por las vías del tren, Maggie empezó a dejar señales dibujadas con sangre de caminante para indicarle a Glenn que la encuentre en Terminus. Eventualmente Maggie se reunió con los antiguos compañeros de viaje de Glenn, Abraham, Rosita y Eugene, y todos juntos regresaron a rescatar a Glenn y Tara de un túnel lleno de caminantes. La pareja se reencontró entre lágrimas y Maggie prometió que nunca más volverían a separarse.

Maggie nació del matrimonio de Hershel con Josephine, quien falleció cuando ella era aún una niña. Maggie creció en la granja con su familia y con el capataz de la hacienda Otis, y en una ocasión su padre la llevó a visitar las cataratas de Amicalola - la cascada más alta en Georgia. Cuando Maggie tenía 14 años, Hershel se volvió a casar con una mujer de nombre Anette, por lo que una rebelde Maggie se dedicó a fumar y a robar en las tiendas hasta que finalmente su padre se sentó a hablar con ella y le dijo que debían "amarse los unos a los otros". Maggie aceptó a Annette como un miembro de su familia y terminó queriéndola como a una madre.

Maggie asistió a la misma escuela secundaria a la que iba Randall y tras graduarse, se inscribió en la universidad. En su primer verano de vuelta a casa, Maggie dejó sus maletas en su habitación y salió a montar a caballo, pero cuando regresó descubrió que Beth había estado hurgando entre sus cosas y había encontrado sus píldoras anticonceptivas. Maggie se sintió furiosa cuando Beth las arrojó con horror al estanque y aunque empezaron a discutir, eventualmente terminaron reconciliándose debido a que quedaron empapadas de lodo a causa del caballo de Maggie.

Cuando se produjo el cambio en el mundo, los vecinos y algunos familiares de Maggie - específicamente su madrastra y hermanastro - cayeron víctimas de la infección zombie, pero Hershel se convenció - y de paso a sus hijas también- de que solo estaban enfermos y los encerró en un granero con la esperanza de que en un futuro se encuentre una cura para su condición. Posteriormente Maggie y su familia se atrincheraron en la granja, aunque en ocasiones ella solía viajar al pueblo para buscar los suministros que necesitaban.